Este es más antiguo, pero sigue siendo fascinante... se trata de un misterio de aventura de 62 años que ha suscitado teorías conspirativas en abundancia... desde experimentos militares soviéticos, Yetis, e incluso contacto extraterrestre. Pero ahora, de acuerdo a un nuevo estudio, esta historia puede tener una "mejor y más sensata explicación"; una encontrada en una serie de simulaciones de avalanchas basadas en parte en experimentos de accidentes de auto y en la animación utilizada en la película Frozen.

En lo que se conoce como el incidente del paso de Dyatlov, diez miembros del Instituto Politécnico de los Urales en Ekaterimburgo -nueve estudiantes y un instructor deportivo que luchó en la Segunda Guerra Mundial- se adentraron en el gélido desierto de los Urales en una expedición de esquí y montañismo el 23 de enero de 1959.


A raíz del renovado interés de los medios de comunicación y de las hipótesis extravagantes generalizadas, las autoridades rusas reexaminaron recientemente el caso en torno al incidente del paso de Dyatlov, y concluyeron en el 2019 que una avalancha fue la principal responsable de las nueve muertes. Sin embargo, en el informe faltaron detalles científicos clave, como una explicación clara de cómo pudo producirse una avalancha sin que quedaran pruebas documentadas de su ocurrencia.

Por una buena razón, esto provocó continuas dudas en torno a la aparentemente endeble explicación del gobierno que desde hace tiempo tiene una falta de transparencia.

Lo siguiente puede ser razón suficiente para que la sospecha permanezca, incluso después de una "explicación científica más probable"...

Cuando un equipo de búsqueda llegó a Kholat Saykhl unas semanas más tarde, la tienda de la expedición se encontró apenas sobresaliendo de la nieve, y parecía cortada por dentro. Al día siguiente, se encontró el primero de los cuerpos cerca de un cedro.


En los meses siguientes, a medida que la nieve se descongelaba, los equipos de búsqueda fueron descubriendo más imágenes escalofriantes: los nueve cuerpos de los miembros del equipo estaban esparcidos por la ladera de la montaña, algunos en un desconcertante estado de desnudez; algunos de sus cráneos y pechos habían sido destrozados; a otros les faltaban los ojos y a uno le faltaba la lengua.

Cada cuerpo era una pieza de un sombrío rompecabezas, pero ninguna de las piezas parecía encajar. Una investigación criminal de la época atribuyó sus muertes a una "fuerza natural desconocida", y la burocracia soviética mantuvo el caso en silencio.

Merece la pena leer la opinión científica sobre el incidente, en un intento de explicar la serie de desafortunados acontecimientos que se cobraron las vidas de los que estaban en el paso aquella noche...

"A la gente le encanta inventar escenarios inverosímiles sobre la muerte en la naturaleza, porque nunca sabremos al cien por cien lo que ocurrió".

Pero, ¿la invención de escenarios plausibles nos lo dirá?